Hay macetas de varios materiales: Cemento, fibrocemento, barro cocido, terracota, plástico y fibra de vidrio. Las cuatro primeras son pesadas y se aconsejan para ser usadas en el exterior; las restantes son más livianas y deberían usarse en interiores, éstas pueden tener paredes dobles con un depósito de agua en el fondo, en caso contrario, deberían usarse con un plato debajo para recolectar el agua de riego. El tamaño ideal es por lo menos 3 veces el tamaño de la planta que vayamos a usar para evitar cambiarlas muy seguido, o sea, conviene comprar macetas medianas y grandes, de 5 a 20 litros en adelante para herbáceas, de 30 y 40 litros para arbustos y 50 y 60 litros para árboles pequeños, como cítricos. Deben tener varios agujeros de drenaje y para que no se escape la tierra , es aconsejable colocar una tela mosquitera en el fondo y no piedras o cascotes para no producir hongos. En cuanto al riego, debe realizarse cuando la tierra está seca, para ello podemos tratar de meter un dedo, y debe ser de manera suave, mojando la tierra y no la planta, hasta que comience a salir el agua por debajo, de ésta manera las raíces se desarrollarán por toda la maceta y evitamos podrir la planta.